lunes, 9 de marzo de 2015

Terapia conductista y (cognitiva-conductual)

Terapia conductista:
 Skinner considera a la terapia un medio de control de poder casi ilimitado. Puesto que se señala al terapeuta como una muy probable fuente de alivio, cualquier promesa de recuperación o cura verdadera se convierte en un reforzamiento positivo y aumenta la influencia del terapeuta.
El objetivo de la terapia no es que el paciente se sienta mejor, se adapte o se comprenda mejor. Según los conductistas, el objetivo de la terapia debe ser modificar la forma o el orden del comportamiento, es decir, evitar que las conductas indeseables recurran y hacer que las deseables se presenten con mayor frecuencia.
A partir de esta premisa, los terapeutas conductictas han tratado con éxito algunos problemas. En una revista extensa de las terapias conductistas (Rachman y Wilson 1980), se encontraron numerosos estudios bien diseñados con resultados favorables. En estos estudios se exploran áreas como la disfunción sexual, los conflictos matrimoniales, los trastornos psicóticos y las adicciones como el alcoholismo, el tabaquismo y la obesidad.
A pesar de que hay varios enfoques en la terapia conductista, por lo general se acepta que el terapeuta conductista se interese principalmente por las conductas en sí y no por los estados interiores, ni por los antedecedentes. Según  los conductistas, el síntoma es la enfermedad, no la manifestación de una enfermedad inherente y es este "síntoma" (como un Tic facial, la eyaculación precoz, el alcoholismo crónico o el temor a las multitudes) el que se trata directamente. Los síntomas no se utilizan como un acceso a la investigación de recuerdos tempranos o la perspectiva existencial del paciente.
El terapeuta es para el paciente una escucha confiable, lo que también sucede en las terapias psicodinámicas. En términos de la terapia conductista, el paciente tiene la libertad de manifestar conductas que no había expresado, como llanto, sentimientos de hostilidad o fantasías sexuales. Sin embargo, el terapeuta conductista se centra en negar el reforzamiento de estas expresiones. Al terapeuta le interesa enseñar, ejercitar y recompensar comportamientos que compitan con las conductas incómodas e incapacitantes y las eliminen. Por ejemplo, se puede enseñar la relajación progresiva como medio para reducir las reacciones de ansiedad, o bien técnicas de afirmación personal para que el paciente supere conductas de timidez.

Fuente: Frager Robert, Fadiman James; "Teorías de la personalidad", Alfaomega, grupo editor argentino S.A. Buenos Aires.sexta edición (2010)


 Terapia conductual y cognitiva-conductual (Power point)

 http://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=0CCsQFjAB&url=http%3A%2F%2Fwww.uco.es%2Fpsiquiatria%2FTema%252024%2520de%2520psicologia%2520medica.ppt&ei=TS3RVP7iL_eJsQTbpILoDA&usg=AFQjCNF_PrBJBLEU0fdcnIUmLOkl2aZG1w&bvm=bv.85142067,d.cWc

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